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Jon Kortajarena, el modelo español sin filtros

Su cuerpo habla de una masculinidad bella y hedonista. Es el modelo español más internacional y uno de los más cotizados del mundo.

Jon Kortajarena
Noelia Collado y Chabela García (Realización)

Kortajarena (29 años) se ha convertido en el hombre al que todos recurren cuando quieren realizar una campaña con un punto de carnalidad. Su cuerpo –muchas veces con el torso desnudo– transpira sexualidad. «Si esa imagen tuviera algo que ver con el Jon de verdad, me sentiría muy expuesto», reconoce. «Pero en esta industria tienes que aprender a interpretar el perfil de hombre que más vende. Y el sexo vende mucho. Es cierto que a veces puede parecer vulgar, pero también puede ser bonito. Todo depende de quién esté detrás del objetivo», nos cuenta desde Malta, donde está rodando Andron, una producción ítalo-americana.

En casi 11 años de carrera insólitamente longeva, ha prestado su imagen a los mejores diseñadores y marcas. De Tom Ford a Diesel, pasando por Bulgari, Boss o Jean Paul Gaultier. Además de participar en videoclips con alto contenido erótico, como Girl Gone Wild, de Madonna (con más de 28 millones de visitas). «Entre nosotros ha habido buena química desde el principio», dice. O el último fashion film de Penélope Cruz para Agent Provocateur. El anterior que rodó la actriz fue censurado en YouTube. Desde su estreno (el 1 de agosto), el nuevo corto ha vuelto a causar un enorme revuelo en las redes sociales. «El vídeo recrea la fantasía de un hombre que está a punto de morir de sed en mitad del desierto; no existe ninguna connotación sexista. Es un anuncio de lencería de lujo. Creo que deberíamos tomarnos las cosas con sentido del humor; y en este vídeo hay mucho espacio para eso», insiste. Las nuevas generaciones digitales abordan la sexualidad desde un punto de vista puritano y conservador. No hay término medio. «Cuando se tapa más de la cuenta, molesta; la falta de ropa, también», reflexiona Kortajarena. «El desnudo forma parte del ser humano. Me parece una barbaridad que haya movimientos que censuren el pezón. Es una contradicción absurda. Es mucho más sano ver un pezón que una pistola».

Pantalón de H&M (179 €), sombrero y corbatín de Sendra (c. p. v) y llavero de Dsquared2 (95 €).

Damon Baker

Pocos osarían hoy llamarlo it boy. Kortajarena disfruta desde hace años de su cómoda posición como uno de los modelos más deseados del mundo. Según Forbes, en 2013, entre los 10 más cotizados sumaron un total de seis millones de euros en ganancias, comparados con los 63 de sus colegas femeninas. Él ocupa el puesto número nueve con más de 220.000 euros. «Son estimaciones. Respeto que hagan un ranking, pero Forbes no sabe lo que gano por una campaña. Eso solo lo sabemos mi agente y yo. En muchos contratos, es una cláusula de confidencialidad», apunta. «Esta industria es muy competitiva», reconoce. También entre ellos. «Ni todos nos llevamos bien, ni todos nos odiamos. Las relaciones que se establecen son a menudo superficiales. Al fin y al cabo, tú solo eres una herramienta más del proceso, en rodajes o sesiones que duran dos o tres días como máximo».

No es un hombre de pose. «No me interesa ser más o menos guapo; ni más o menos cool. De la tendencia del momento luego nadie se acuerda», razona. «No sé cuál es la clave del éxito. En mi caso, quizá la honestidad. Honestidad y respeto son los valores con los que funciono en la vida… y en la moda». Por eso tardó tanto en abrir su cuenta en Instagram. «Sentía que violaba mi intimidad, y encima lo hacía yo mismo, lo que me parecía todavía peor. Pero mis agentes supieron venderme muy bien las ventajas de estar en las redes sociales y poder mostrar mi trabajo a un público más amplio». Colgó su primera foto en una fiesta de Madonna. «Estábamos hablando de Instagram. Yo les conté que no tenía; y Mert (del tándem de fotógrafos Mert & Marcus) me dijo: “Ven aquí, que te voy a abrir yo un perfil”… Y desde entonces».

Chaqueta de piel de Pepe Jeans London (280 €) y vaqueros de Cheap Monday (60 €).

Damon Baker

El rostro de los nuevos tiempos. Kortajarena ha vivido el boom de la moda y la cosmética masculina desde dentro. «Al principio no era consciente del volumen de negocio que mueve esta industria. Y aunque no está al nivel de la parte femenina, ha crecido mucho. El cuidado del hombre ya no está reñido con su masculinidad». Las etiquetas se multiplican, y a los metrosexuales se unen ahora los spornosexuales (juego de palabras de sport, porno y sexual). Él rehúye hablar de estereotipos. «Cada firma quiere identificarse con un tipo de modelo distinto», cuenta. «No me gustan los extremos. Ni los que parecen enfermos por su delgadez, ni los que están obsesionados con el gimnasio. Me gusta la belleza de lo sano. Si eres natural y auténtico siendo musculado, seguramente te quedará bien. A mí no; soy lo que ves».

Es el modelo español más internacional. «Les parecemos algo exótico», dice. «Aunque ahora la imagen de España está muy devaluada. Y cuanto más viajas, más consciente eres de los problemas que hay en el país. Ya no es una cuestión de ideologías, estamos hablando de derechos». Resulta difícil decir dónde está su casa. «Mientras tenga el pasaporte y la tarjeta de crédito, el resto es prescindible». Cuando no trabaja, reparte su tiempo entre Nueva York, Madrid, Los Ángeles, Lanzarote y Bilbao, a donde siempre vuelve para que su madre le corte el pelo. «Es peluquera por vocación, tiene mucho talento, ha participado en producciones, pero no le fascina este mundo; para ella, tiene demasiadas luces y sombres», resume. «Yo con 18 años decidí volar, algo poco habitual en mi familia». Desde entonces, Nueva York es su campamento base. Tenía 19 años la primera vez que pisó la Gran Manzana. Había empezado a trabajar como modelo solo 12 meses antes. «Me lo planteé como un año sabático antes de empezar la universidad», recuerda. «Fue una época divertida», en la que compartió piso con Velencoso.

Sombrero de Sendra (c. p. v.).

Damon Baker

Reinventarse. «Envejecer en esta industria es cruel; y para ellas, mucho más. Me da pena, porque una mujer madura sin retocar puede ser preciosa. Las que yo conozco son una minoría. Es una barbaridad ver a chicas, también jóvenes, totalmente operadas. Todas terminan pareciéndose. Es absurdo intentar detener el tiempo. Es más importante hacer terapia y aceptar en quién te vas convirtiendo», reivindica. Él ahora quiere cambiar de aires y experimentar. «La moda ha sido divertida durante estos casi 11 años; pero el cine es la dirección en la que quiero encaminar mi carrera», confiesa. En 2009 debutó con un pequeño papel en Un hombre soltero, de Tom Ford (su diseñador fetiche). Pronto estrenará junto a Penélope Cruz y Luis Tosar Ma ma, de Julio Medem.

¿Le veremos echarse un cubo de agua helada sobre la cabeza (para concienciar a la sociedad sobre la esclerosis lateral amiotrófica? «No he aceptado el reto. Al final se ha convertido en otra historia más para demostrar que eres cool. Lo respeto, por supuesto. Ya han recaudado 15 millones de euros. Pero quiero desvincularme de la sobreexposición. Yo prefiero hacer la donación desde un sitio más anónimo. Por no hablar del agua que se gasta… Además, creo que hay un montón de causas en el mundo que merecen la atención de todos», argumenta. Si en 2010 prestó su imagen a la fundación de Al Gore (para concienciar sobre el problema del calentamiento global) y a una campaña del Ministerio de Igualdad (contra el maltrato a las mujeres), a principios de septiembre lo veremos como embajador de Save The Children. «Naturaleza, mujeres y niños son tres temas que deberían ser inviolables».

Abrigo de Fendi (c. p. v.), pantalón de H&M (179 €), cinturón de Sendra (c. p. v.) y llavero de Dsquared2 (95 €).

Damon Baker

Camisa de Timberland (75 €), pantalones de Dolce & Gabbana (442,55 €) y botines vintage.

Damon Baker

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