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Por qué Chrissy Teigen acierta al ser la supermodelo que pasa de ser ‘la madre ejemplar’

¿La anti Gisele Bündchen? La presentadora y estrella de Twitter responde a los trolls que atacan cualquier decisión que tome respecto a su maternidad.

chrissy teigen supemodelo
Instagram/ chrissyteigen

«Hace 365 días estaba así y ahora estoy viendo un episodio de Unwrapped sobre mandarinas y con la teta fuera… La vida es una locura». Quién tuitea esto a propósito de su recién estrenada lactancia y acompañándolo de una foto despampanante es Chrissy Teigen, modelo que saltó a la palestra por ser portada del especial bañadores de Sports Illustrated en 2014, actriz ocasional para Amy Schumer o Mindy Kaling y fenómeno televisivo gracias a programas como Lyp Sync o FabLife. Teigen no sólo es una cara bonita con un cuerpo que quita el hipo. Desde hace años, ella es la modelo más divertida y con más ingenio de la red. Y desde que ha sido madre –exactamente hace tres semanas–, la joven ha sembrado la conmoción entre los estrictos guardianes virtuales de la moral, convirtiéndose en titular andante de multitud de noticias que inducen al clickbait polémico. Porque Teigen podría esconderse o ignorar a sus trolls, pero ella prefiere señarlos sin vergüenza  y con una elocuente verborrea para, sin pretenderlo, convertirse en el paradigma de cómo las madres primerizas, aparentemente, nunca pueden ganar. O cómo el mundo parece ponerse de acuerdo para criticar o lamentar cualquier decisión que tome.

Antes de dar a luz ya le cayó una buena por haber hablado abiertamente de su infertilidad y de cómo escogió el sexo de su bebé. El doctor le preguntó qué sexo prefería en sus embriones y ella escogió una niña (ante las críticas tuiteó «¿En qué año estamos? Para que lo sepáis, siempre estaré dispuesta a hablar de la infertilidad. Como más casual sea, ¡mejor! No me importa» y con sorna añadió «también he escogido un embrión al que le guste el bacon, tenga habilidades para la magia y una talla de pie del 37 para que siempre encuentre zapatos de su talla»). Nueve días después de dar a luz, salir a cenar con su marido (John Legend) también fue motivo de crítica («Anoche salí. El mundo está mosqueado», tuiteó, acompañado de capturas con la furia verbal de sus seguidores. «Nunca quise dejar a mi hija, la amo, PERO ASÍ SOY YO», lo pasivo-agresivo es real», espetó a sus seguidores). También le han vuelto a llover las críticas después de que el día de la madre subiese a Instagram una foto con –oh, valga el atrevimiento– un crop top y una bata mientras cocinaba. ¿Cómo se ha podido atrever a enseñar ese cuerpo post parto (se le veían unos centímetros de su barriga) para depresión de sus seguidores?, se han preguntado multitud de fans. Probablemente porque Teigen es modelo, sus genes son espectaculares y vive de su imagen.

Lo positivo de una figura como Teigen en la red es que no encaja en ese manido perfil de supermodelo (y madre) de Instagram. Eso, si entendemos al género por compartir fotos de playas paradisíacas en familia (Alessandra Ambrosio), abrazos con más azúcar que un capítulo de La casa de la pradera (Gisele Bündchen) o hashtags repetidos hasta la saciedad sobre la ‘bendición’ de estar en familia (#Blessed, #feelingBlessed). Ante el buenismo de bodegón, Teigen aporta un poco de espontaneidad e ingenio. Porque mientras Bündchen instagramea fotos como esta:

Ella prefiere esto:

No se trata de cuestionar la maternidad del resto de supermodelos, cuál es válido y cuál no. Pero sí se agradece ver cómo se puede ser una estrella y enseñar el proceso de ser madre, sus fallos y su día a día sin tener que observar imágenes idilícas y dignas de un reportaje en una revista de tendencias. Si alguien podía hacerlo, es ella. Después de todo, Teigen fue la que viralizó un inexplicable gesto en la gala de los Oscar cuando su marido recogió el galardón, posee el mejor GIF para callar bocas a fotógrafos faltones y se ríe de sus estrías como nadie. ¿Tostadas con aguacate a juego con tazas de té de porcelana china? Nah, ella pasa de la locura #healthy y le va mucho más hacer Instagrams sobre las increíbles comilonas que se mete entre pecho y espalda con su marido. En Twitter, donde hace unos días pidió poder tener mensajes opcionales en Instagram ante las batallas de comentarios que se dan en sus redes, ya temía cuál sería la próxima cruzada contra su persona: haber rociado de spray bronceador su marca del saca leches. «Los retos logísticos de tener un bronceado de playa brillante mientras se da el pecho son increíbles».

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