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Blanca Suárez: «Siempre habrá una actriz más guapa que yo; creo en el trabajo»

La intérprete madrileña vuela por todo lo alto. No solo da la vuelta al mundo de la mano de Almodóvar y sus Amantes pasajeros. Ahora también se codea con it girls internacionales en la primera fila del desfile de Giorgio Armani.

Blanca Suárez

Asus 24 años ya le ha dado tiempo a ser chica Almodóvar. Por partida doble: el mundo la conoció en el Festival de Cannes, donde apareció colgada del brazo del manchego. Presentaban La piel que habito, por la que ha sido candidata a un Goya. Blanca Suárez está ahora enfrascada en la promoción de la última película del director, Los amantes pasajeros. «Estamos en Nantes [Francia]; hay muchísima expectación y prensa», detalla. Su currículum es variado: aunque se estrenó en el cine con Eskalofrío (Isidro Ortiz, 2008), saltó a la fama con la serie El internado (Antena 3). «Solo me queda hacer teatro, espero tener la oportunidad de probar este año». Mientras, no para de leer proyectos para cine y televisión. Se siente afortunada, «pero todavía no puedo contar nada», dice.

Acude a un sinfín de eventos. ¿Disfruta eligiendo el estilismo?

Me encanta. A la hora de escoger, confío en firmas que tienen líneas amplias, completas. En aquellas que encuentras de todo, desde modelos atrevidos hasta otros clásicos. Para mí, la moda es un juego, me gusta ir de compras, pero confieso que me da una pereza tremenda entrar en el probador. ¡Siempre acabo llevándome la ropa tal cual!

Pedro Almodóvar suele controlar hasta el más mínimo detalle del vestuario. Seguro que le hizo probarse muchos trajes.

En La piel que habito solo tengo dos cambios de ropa pero hicimos 15 pruebas. Me puse todas las chaquetas de las colecciones resort; todas las firmas de lujo… Al final, fuimos a una modista y copiamos un diseño. A Pedro no le convencía el tejido del original.

Y a usted, ¿le sedujo el último desfile de Armani? Tengo entendido que lo vio en primera fila.

Sí, era la primera vez que viajaba a Milán. Y estar en primera fila fue, cuanto menos, surrealista y curioso. ¡No cabía un alfiler en el desfile! Me entusiasmaron los botines, los vestidos y jerséis de cachemira… No he podido resistirme y me he quedado con unos zapatos plateados y con un bolso de piel de cocodrilo que cambia de color.

¿Cómo fue la experiencia de conocer a Giorgio Armani en persona?

Increíble. ¡Iba arropadísimo! Me sorprendió la masa humana que arrastra… No paraban de acercarse a pedirle autógrafos.

Quizá usted sintió un calor parecido con el estreno de El barco, en 2011, que fue el mejor debut de una serie en tres años, con 4,7 millones de espectadores. Sin embargo, en los últimos meses la vieron dos millones de personas. Y Antena 3 la suspendió en febrero…

Más allá de la tristeza que provoca, no me gustó la forma. Entiendo que retiren un programa, pero no con un episodio de final de temporada. Acabar así da rabia. Pero la crisis aprieta y las cosas se ponen feas en todas las profesiones. Lo que antaño era una audiencia correcta, ahora no lo es. Es el único sistema disponible para medir la popularidad de un espacio. Tiene un poco de leyenda urbana; todos nos hemos preguntado quién conoce a alguien con un medidor en casa… En mi opinión, es necesario un proceso diferente, representativo de la nueva era de la televisión, de Internet…

Casi no hay series de género fantástico en España. Y, sin embargo, las extranjeras triunfan.

El volumen que arrastran las series en EE UU es menor. Y la filosofía es diferente. Allí hay más cadenas. Si una producción arrasa, la ve un millón de espectadores. Aquí, se sobrepasan los cuatro millones fácilmente. En España el objetivo es abarcar a adolescentes, abuelos, mujeres, hombres… Por eso las temáticas no pueden ser demasiado específicas.

Su profesora en la Escuela Tritón, donde estudió interpretación, le aseguró que primero la seleccionarían en un casting por ser guapa… ¿Importa mucho el atractivo en la industria del cine?

Se le da demasiada importancia y no solo en el trabajo, también en la sociedad. Vivimos en un mundo de apariencias. Pero en el empleo, la ventaja de ser más o menos bella solo dura unos años. Siempre hay alguien más guapa, más alta, más joven y más de moda que tú. Mi lema ha sido siempre currármelo. Creo en el trabajo.

Almodóvar le ha abierto muchas puertas. ¿Se plantea trabajar en EE UU o Francia?

Cuando haces una promoción con alguien como Pedro, ves factibles cosas que antes ni te planteabas. ¿Por qué trabajar solo en tu país cuando puedes hacerlo en más de uno? Es compatible. Eso sí, es necesario estudiar idiomas. Y yo… ahí ando, sobreviviendo. Pretendo invertir muchas horas en perfeccionar mi inglés.

¿Invierte también en mantener su figura?

Ahora solo voy a esquiar. El gimnasio no me motiva. Siempre he sido más de actividades en equipo. Pero… el problema es que confieso que soy muy vaga.

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