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Austra, electrónica para cambiar el mundo

La canadiense Katie Stelmanis habla sobre el fin del capitalismo; sostiene que la música juega ahora un papel activista, como en los 60 y los 70, y defiende la evolución del concepto ‘queer’.

Austra
Ana Fernández Abad

Para la portada de su tercer álbum con su banda, Austra, Katie Stelmanis (Toronto, 1985) eligió un título premonitorio Future Politics y una portada de alto contraste visual y cromático. En ella, se ve una silueta envuelta en rojo sujetando las riendas de un caballo. Por teléfono desde Alemania, donde está de gira, nos cuenta que esa figura es su álter ego Revolution Rhonda: “La inventé como un personaje que viene del futuro para salvarnos de la distopía de nuestro mundo actual”. De ahí que el álbum incluya títulos como Utopia o Future Politics, su primer ‘single’: “No tenía ni idea de en qué se convertiría este álbum cuando empecé a escribirlo,  fue una especie de proceso, que evolucionó durante tres años, y ha tenido muchas evoluciones y encarnaciones. Ahora todo cobra sentido”. Con su presentación abrirá el 6 de abril la décima edición del Festival Voces Femeninas Son Estrella Galicia (Teatro Barceló, Madrid), y también visitará Valencia (7 de abril, Espai Rambleta), Barcelona (8 de abril, Apolo) y Bilbao (6 de julio, BBK Live).

Escribió este álbum entre Montreal y Ciudad de México. ¿A qué se debió este cambio? ¿Influyen los lugares donde compone en su música?

Claro que influyen. Por eso me mudé en el primer momento, porque empecé a escribir en Montreal, después de cinco años de gira. Estaba viviendo allí, era invierno… Fue una etapa muy oscura y bastante solitaria, vivía alejada de la gente. Durante esa época fue cuando escribí las canciones más introspectivas, y entonces me di cuenta de que no tenía por qué estar encerrada mi apartamento, pensé que podía trabajar desde cualquier sitio, así que compre un billete solo de ida a Ciudad de México. Eso me cambió. Allí todo es más brillante y lleno de color, eso automáticamente cambia tu humor, transforma tu forma de escribir.

Compuso, grabó y produjo en casa. ¿El ‘hazlo tú mismo’ ha cambiado la industria musical?

Definitivamente creo que la autoproducción está ganando terreno porque en una gran ciudad gastas mucho dinero en hacer un álbum, es muy difícil ser una banda, grabar un disco, encontrar un espacio para ensayar, un sitio para hacer ruido… Y hacer música con tu ordenador portátil resulta muchísimo más fácil. Puedes hacer un nuevo disco con los cascos puestos. Como artista, resulta mucho más económico hacer cosas por uno mismo, y por eso creo que muchos estamos autoproduciéndonos.

En el álbum predice el fin del capitalismo, y decidió sacar el disco con descarga gratuita el primer día. ¿Su forma de protesta?

En cierto modo. Cuando empecé a trabajar en Future Politics me quería referir más a las políticas personales que a las gubernamentales, realmente trata más sobre animar a la gente a darse cuenta de que hay muchas fronteras y estándares que hemos desarrollado sobre cómo vivimos y que no tendrían necesariamente que ser de esta forma. Alentar a la gente a pensar más allá y contribuir al tipo del mundo y de sociedad en la que realmente quieren vivir, quitándose de la cabeza que hay ataduras. Para mí eso es más interesante que hablar de la política real actual.

Pero la casualidad quiso que el álbum tuviera también que ver con esa “política real actual”, porque el lanzamiento se produjo el mismo día que Donald Trump juraba su cargo. ¿Esa coincidencia cambió en cierto modo su mensaje?

Sí, definitivamente lo hizo. Cuando escribí el álbum Donald Trump ni siquiera estaba en el horizonte, pero que saliera a la venta a la vez que él llegaba a la Presidencia cambió su contexto y le dio un nuevo significado por completo. Yo escribí un álbum para hacer pensar sobre el capitalismo y el neoliberalismo, y creo que esos problemas se combinan en Donald Trump.

¿Puede la electrónica ser un medio para hacer que las ideas políticas lleguen a la gente?

Sí, creo que la política es algo imposible de entender justo ahora, porque nadie sabe qué está pasando. El problema real es que hay demasiada información; todos necesitamos un contexto, no sabemos en qué confiar, cuestionamos cada elección. Creo que estamos en un periodo de caos total, en el que nadie sabe qué va a ocurrir. Ni cómo solucionarlo. Estamos en un momento extraño, pero emocionante.

¿Se volverá al escenario de los 60 y 70, cuando se hablaba sobre la importancia de la acción colectiva y la música comenzó a ser política?
Es importante recordar y reivindicar esa época, porque muchas de las ideas de la subcultura ‘hippie’ se acabaron convirtiendo en ideas ‘mainstream’. Fue una época en la que la gente joven habló sobre la importancia de la libertad, de pensamiento, de amor… Esas ideas se infiltraron en la sociedad y de algún modo moldearon la América actual. Y creo que eso puede volver a ocurrir: se están creando subculturas que promueven ideas revolucionarias, y pienso que es posible que en 20 o 30 años se hayan convertido en ‘mainstream’. Por eso es importante que pensemos cómo queremos que sea el mundo en el futuro y actuemos.

¿Una de esas revoluciones será la del fin del género? Usted se define como ‘queer’…

Es interesante reflexionar sobre ello, porque creo que la idea de lo ‘queer’ está evolucionando continuamente. Cuando empecé a hacer música definirse como ‘queer’ era una declaración de principios en sí misma, pero ahora se trata más sobre analizar el concepto de género. Es una conversación que está evolucionando y creo que no se trata de hablar sobre una definición, sino de darse cuenta de que el espectro es mucho más común y amplio de lo que pensábamos. Por eso, quizá la definición que ‘queer’ que creamos hace años se ha quedado algo reducida.

¿Y cuál es su utopía?

Es difícil responder. Diría que imagino un mundo sin opresión, un mundo poscatólico, que sea más holístico, en el que interactuemos más con los otros y con el planeta, con la naturaleza, donde la tecnología se utilice de formas más interesantes y efectivas para facilitar la vida a la gente.

Austra
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Sobre la firma

Ana Fernández Abad
La editora de estilo de vida de S MODA está especializada en temas culturales y personajes de actualidad. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra y ha escrito en medios como Diario 16, El Comercio o Descubrir el Arte.

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