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Albert Rivera: «Quitarme el traje es lo primero que hago para desconectar»

El diputado y presidente de Ciutadans reconoce que no se debe encasillar a la gente por su manera de vestir; aunque señala que la gran diferencia entre Madrid y Barcelona es el ancho de las corbatas.

Albert Rivera

Él y su partido, Ciutadans, intentan transmitir que hay otra forma de hacer política. A sus 33 años, Albert Rivera lleva dos legislaturas ocupando su escaño en el Parlamento catalán. La primera vez que lo vimos estaba sin ropa, pero hoy habla de su ropa y de su armario.

Aquella historia de posar desnudo para un cartel electoral…

Esa fue una idea de mi equipo de campaña a la que confieso que me opuse en un principio. Pero me convencieron. Se trataba de explicar a la gente que no teníamos nada que esconder, y que no queríamos saber nada de etiquetas que, por desgracia, son muy comunes en política.

¿También en la ropa?

También. Se clasifica al político por su indumentaria, y no tiene porqué ser así: si llevas chaqueta de pana, eres de un partido; si llevas un traje de una marca cara y vas engominado, eres de otro… No creo que eso tenga sentido, ni en la sociedad ni en la política. Y, además, te puedes llevar sorpresas.

¿Y ustedes no tienen un código de vestimenta?

Pues no… cada uno va como quiere. Aunque partiendo siempre del respeto al lugar en el que se está y a lo que se está haciendo. El Parlamento no es la calle ni el salón de tu casa.

¿Y usted cómo viste?

En casa, con jerséis anchos y pantalones de algodón. En el Parlamento, con traje o americana.

¿Cuántos trajes tiene?

Me compro dos por temporada y normalmente en rebajas. Luego los voy jubilando. Ahora mismo, creo que tengo en el armario unos 15. Pero claro, es mi ropa de trabajo y lo que más uso.

¿Qué tal se lleva con la corbata?

Bien, no tengo ningún problema con ella. Eso sí, me gustan estrechas. Yo digo que esa es la gran diferencia entre Madrid y Barcelona. Allí gustan las corbatas más anchas.

Si no fuese un político, ¿su armario sería igual?

Sí. Yo soy abogado de profesión. Si dejase la política, volvería a ejercer. Y ahí el traje es casi obligado.

Hábleme del traje que lució la noche electoral… fue muy comentado.

Pues sí, para mi sorpresa. Era de Hugo Boss y ya me lo había puesto varias veces. Evidentemente era una indumentaria para una noche de celebración. Ya sé que a mucha gente no le gustó nada. Pero a mí sí…

¿Recuerda cómo iba vestido el día que tomó posesión por primera vez de su acta de diputado?

Sí, porque hay fotos. Llevaba una americana de pana marrón, una camisa azul y una corbata marrón y verde. De los pantalones no me acuerdo bien porque en las fotografías no se ven. No recuerdo si eran vaqueros o de pinzas.

¿Le gusta ir de compras?

Bueno… no es algo que me entusiasme, pero tampoco me disgusta.

¿Cómo se organiza cuando lo hace?

Pues siempre solo, pensando bien lo que necesito e intentando que coincida con las rebajas. Y no doy muchas vueltas. Suelo ir a dos o tres tiendas en las que me conocen, y, como me sé las tallas, acabo enseguida.

¿Qué es lo último que se ha comprado?

La semana pasada, unos zapatos de cordones. Salgo a un par por año, porque los destrozo, así que me compré estos en las rebajas.

No se pondría nunca…

Creo que un sombrero de ala ancha. Suelo llevar gorro cuando hace frío, pero nunca me he puesto un sombrero. Aunque a lo mejor me animo cuando tenga unos cuantos años más.

¿Qué es lo que mejor le sienta?

Unos vaqueros, una camisa y unas zapatillas. Y quitarme el traje es lo primero que hago para desconectar.

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