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¿Por qué sacan tantos colores si siempre compramos los mismos?

Vamos a lo seguro aunque las españolas cada vez arriesgamos más en maquillaje. Esta temporada se llevan los naranjas, orquídea y flúor.

Pintauñas Essie colores cover

La historia se repite temporada tras temporada. Los gigantes de la cosmética proponen nuevas tendencias de maquillaje. A veces, comedidas hasta el aburrimiento (el nude o el topo); otras, tan arriesgadas que parecen condenadas a vivir solo en el videoclip de Bulletproof de La Roux. La ilusión la completan las revistas de tendencias prescribiendo colores, brillos y trazos. Poco importa que sean imponibles o casi. Es lo que en el argot periodístico se llama 'ser muy prensa': productos llamados a ocupar páginas de sugerencias y bazares aunque la demanda previsible sea escasa. A tenor de las ventas su misión inmediata no parece ser cambiar las tendencias de la calle de la noche a la mañana sino crear marca. Si un producto novedoso de tal marca sale en una revista de las llamadas ‘objetivo’ (esas con muchas lectoras y en las que todos quieren aparecer) automáticamente proyecta una imagen de innovación, de estar a la última. De existir, a fin de cuentas. Y esto, en un mercado como el de la cosmética donde la competencia entre marcas es cada vez más voraz, es una estrategia vital.

Desde los fabricantes, sin embargo, se percibe esta situación de un modo diferente. Cierto que hay propuestas complicadas pero no se busca el mero clipping (la colección de recortes de prensa donde ha salido un producto de la marca) sino satisfacer las necesidades hasta de su última clienta. “Una marca como Maybelline se vuelca plenamente en las tendencias atendiendo a las demandas de chicas reales. Todos los lanzamientos pretenden cumplir esa función, independientemente de que sea minoritaria”, apunta el maquillador Gato. “En maquillaje pasa como en la moda: todo lo que se ve en la pasarela requiere una cierta adaptación para llegar a la calle. Hay propuestas que llevadas en conjunto pueden resultar chocantes para el día a día e, incluso, para ocasiones especiales. Sin embargo, segmentadas las partes (solo los ojos o solo los labios) son muy favorecedoras y no excesivamente rompedoras”, explica Anitta Ruiz, beauty coach y Asesora de Imagen y Color de L’Oréal Paris. Vamos, que en maquillaje también se llevan las early adopters.

Malvas eléctricos, fucsias furibundos o cereza-casi-negro son tonos de labiales que se pueden encontrar en cualquier perfumería. Pero, ¿tienen púbico? “Los labios en rojo oscuro o en burdeos se ven cada vez más en la calle. Es cuestión de equilibrarlo dentro de un maquillaje más discreto en el resto del rostro para no parecer disfrazadas”, insiste Anitta. En Sephora, uno de los epicentros comerciales de la belleza y donde es posible encontrar prácticamente cualquier color imaginable, tiran de pantonario en cuanto a la oferta de tonos y asumen que la consumidora, en general, es cauta. “Hay tendencias que no todas las mujeres se atreven a utilizar, como el morado, el burdeos o los naranjas, que este año son tendencia”, explica Inga Farzoeva, consejera de belleza de Sephora-Gran Vía. “Aún así, cada vez se lanzan más a los tonos de moda como rojo de labios”. Tirando de hemeroteca podemos comprobar que en los 90 se llevaban los labios marrones. Casi nadie se atrevía con el rojo. Hoy cualquier adolescente, sean carnosos o no sus labios, se arriesga con los rojos. Tal vez en unos años en naranja sea habitual.

Las españolas se decantan más por los tonos pastel, los rojos y granates. En la imagen, lacas de uñas de Sephora.

Cortesía de Sephora

Todo es cuestión de osadía. Las españolas nos sentimos cómodas con las lacas de uñas rosas, pasteles y vino; rojo y rosas para los labios y los tonos tierra y 'nude' para los ojos. “Son fáciles de usar. Y de disimular si no se tiene mucha maña al aplicarlos”, explica Gato. Pero todos los expertos coinciden en que la que cruza el Rubicón del color no se arrepiente. “Las españolas somos fieles a esa sombra de ojos o esa barra de labios que sabemos que nos favorece. Trazando un paralelismo con el fondo de armario vendrían a ser como nuestro fondo de neceser. Ahí estarían los rojos para labios y uñas. Y los nudes. Pero cambiar es un lujo asequible. Por 10 euros puedes tener un labial que cambie por completo tu look. Aunque no lo uses a diario, no te creará cargo de conciencia. Lo mismo con los ojos. Tras años perfeccionando nuestra técnica del smoky en negro nos hemos dado cuenta de que podemos replicarla con otros tonos, como morado o verde, y crear looks muy especiales”, explica Anitta. Gato le echa la culpa a la meteorología. “En España hace buen tiempo la mitad del año y malo la otra mitad. Eso hace que cuando nos vemos con buena cara no queramos maquillarnos en exceso y que cuando nos vemos con mala cara optemos por aquello que sabemos que nos favorece seguro. Sin embargo, los colores vivos son ya una tendencia evidente. Muchas mujeres ya los han incorporado a su rutina si bien suelen confinarlos a ‘zonas seguras’ como las uñas, manteniendo el maquillaje facial en tonos clásicos. Desde el equipo de OPI revelan que la valentía suele empezar por los pies: “En las pedicuras nos atrevemos con tonos más intensos, como azules, corales, fucsias y verdes, incluso nail-art con efectos mate-brillante”. Se empieza por los pies y, con el subidón de color, se sigue con las manos. “El hecho de que haya colecciones con tonos temporales también anima a atreverse”, sostiene Helena Liébanas, experta manicurista de Essie.

Puestas a salir de nuestra zona de confort, ¿qué nos depara la temporada? “Colores flúor, tanto en labios como para uñas. Y mucho naranja”, advierte Farzoeva. “En L’Oréal Paris apostamos fuerte por el naranja vibrante para labios porque es muy favorecedor en pieles bronceadas. Y, cómo no, el Orquídea Radiante, el color del año según Pantone”, asegura Anitta. Las uñas son el principal campo de batalla para todas las marcas. “Dentro de la línea Color Show, Maybelline lanza Street Artist, una gama de top coats proporcionan un efecto de brochazos o pinceladas artísticas sobre el color que se tenga de base”, apunta Gato. Magenta intenso, verde con un toque azul, cian intenso o naranja son las grandes apuestas de Essie. Para las más valientes “una colección neón con un rosa anaranjado, verde lima, azul neón y lila”, apunta Liébanas. OPI, famosos por su casi eterna carta de colores, mantiene para este verano sus ¡95! tonos permanentes. Además apuesta por los tonos flúor, los tops coats con efecto degradé y una colección inspirada en Brasil con doce tonalidades que van desde verde amazónico al discreto tono arena. Con tanta oferta quedarse en lo de siempre más que ir a lo seguro, resulta hasta aburrido.

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