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Mitos, virus y toda la verdad sobre la higiene del cabello

Tres expertos nos explican cada cuánto deberíamos lavarnos el pelo, cómo hacerlo bien y por qué es tan importante para la salud.

Lavarse el pelo bien es fundamental
@ Getty Images (Getty Images)

Una persona tiene, en general, entre 100.000 y 150.000 cabellos implantados en el cuero cabelludo; los pelirrojos hasta 200.000, según datos del laboratorio dermatológico francés Bioderma. Cada uno se constituye de una raíz o bulbo y de un tallo, y crecen durante tres y siete años a razón de dos milímetros por semana (la llamada fase anágena). Una vez que deja de crecer (un periodo corto conocido como fase catágena, de una a dos semanas) el cabello muere, pero antes de caer puede permanecer fijo al cuero cabelludo unos tres meses (la fase telógena, en la que las células bajan hacia la raíz para reiniciar de nuevo el ciclo de producción de tallos pilosos de queratina). Esto significa que un pelo nuevo de hoy podría seguir con nosotros hasta junio de 2026. Y en un tiempo en que todos estamos poniendo una especial atención a la limpieza, hemos hablado con varios expertos para saber cómo podemos asegurar una buena higiene del cabello.

La respuesta unísona resulta tan evidente como llena de matices: lavándolo bien. Pero, ¿qué significa esto? Según los dermatólogos, limpiar sin retirar la película hidrolipídica del cabello y sin agredir el equilibrio de grasa y humedad necesario del cuero cabelludo.

“Después de lavarnos el pelo, a medida que pasan las horas, la piel comienza a producir grasa y descamación. La grasa se debe a las glándulas sebáceas, que van unidas al cabello y que lubrican el tallo, algo positivo porque es la forma de hidratarlo. Lo que ocurre es que cuando pasa mucho tiempo se puede tener un exceso de grasa. La descamación es la piel que se va renovando, algo que ocurre por todo el cuerpo pero que en el cuero cabelludo puede ser llamativo si tenemos un problema de dermatitis o porque el propio pelo no deja que se desprenda libremente”, explica David Saceda, dermatólogo de la Academia Española de Dermatología y miembro del Grupo Español de Tricología. Si a las 24 horas de lavarnos el pelo miráramos con un microscopio, “veríamos costritas, algunas un poco grasas, otras un poco más secas, como si fuera una leve caspa”.

Hablar de higiene estos días exige mencionar el coronavirus: ¿puede el cabello ser un transportador del virus? “Sí, un virus puede perfectamente pegarse al cabello, como a cualquier punto de nuestra piel. De hecho, ahora, con la epidemia COVID-19, los médicos nos piden que vayamos afeitados para evitar que el virus se impregne más fácilmente en la barba. Sin embargo, también es cierto que si no tienes barba se te puede adherir igualmente a la piel de la cara. Lo importante es mantener la higiene”, recuerda este dermatólogo.

¿Y qué hay del cepillo? ¿Puede ser foco de infecciones? “A no ser que tengan unos problemas de higiene tremendos en casa, ningún cepillo va a causar una transmisión de una infección en condiciones normales del día a día. Habría que lavarlo, o comprar otro, cuando hay una suciedad visible cuando hemos visto que se ha acumulado descamación visible. Por las bacterias, no es un problema; por los hongos, podría ser más problemático; respecto a los virus, no es un problema”, precisa David Saceda.

Cómo lavar BIEN el pelo

Determinadas rutinas de lavado o cuidado del cabello “pueden interferir en la salud del cuero cabelludo y ser causantes de agravamientos de patología o condiciones previamente existentes”, precisa Alejandro Martín Gorgojo, dermatólogo-tricólogo de la Unidad de Salud Capilar-Tricología de la Clínica Dermatológica Internacional, de ahí la importancia de realizar una limpieza correcta.

“Un buen lavado es vital para contribuir a tener un pelo más sano y usar los productos adecuados nos va a permitir tenerlo más brillante, bonito y más suave”, coincide Quique Sánchez, estilista y director de Espacio Q, el salón conocido como el templo del rubio en Madrid. ¿Cómo lo lava un profesional? “Lo primero es limpiar el cuero cabelludo dando un masaje y frotando de manera suave. Después, repetimos esto mismo por el resto del cabello. Lo ideal es que el agua esté tibia o más bien fría, no es recomendable utilizar agua demasiado caliente sobre todo si notamos problemas en el cuero cabelludo. Y respecto al producto, siempre es recomendable usar pequeñas cantidades, como el tamaño de una avellana”, nos cuenta Sánchez. este estilista no es necesariamente partidario del doble champú (“todo depende de la frecuencia de lavado: si repetimos la rutina todos los días con un solo lavado es suficiente”), pero sí del uso del acondicionador: “Hay que evitar que el cabello se enrede en exceso en el momento en el que estemos lavándolo y un buen lavado siempre incluye acondicionador, ya que ayuda a hidratar el cabello, a desenredarlo y prepararlo de cara al peinado”. En Bioderma añaden un detalle: “El tiempo de enjuagado debe ser siempre mayor que el de lavado”.

Los estilistas son partidarios del acondicionador en cada lavado. En Espacio Q utilizan la gama Nutriplenish, de Aveda.
Los estilistas son partidarios del acondicionador en cada lavado. En Espacio Q utilizan la gama Nutriplenish, de Aveda.@ Aveda

«No apliques el champú directamente en el cabello, deja caer sobre la palma de la mano una pequeña cantidad, frota hasta emulsionar y aplícalo sobre el cuero cabelludo», precisa Adolfo Remartínez, creador de la firma de cuidado capilar Nuggela & Sulé, famosa por su champú de cebolla. Entre sus recomendaciones para un buen lavado, apunta a que el masaje debería durar al menos tres minutos porque «de esta forma se activa la circulación sanguínea lo que mejora la nutrición de la vaina epitelial».

La nuca y el área de detrás de las orejas se conocen como “zonas olvidadas” cuando hablamos del lavado del cabello: “A la gente se le olvidan, se suele tender a frotar menos, con lo que se puede acumular algo más la descamación principalmente en personas con problemas de base como psoriasis o dermatitis”, apunta David Saceda. Sobre la sugerencia de cepillar el pelo antes de lavarlo, aclara: “No es una recomendación, es un mito”.

Los desequilibrios más comunes del cuero cabelludo suelen ser la irritación, el exceso de grasa por hiperseborrea y la sequedad por falta de sebo. La humedad del aire, el tipo de agua, los productos elegidos son agentes que influyen directamente en la salud del cabello y en Bioderma señalan también el estrés y las cuestiones emocionales como factores detonantes de desequilibrio en el cuero cabelludo. Algo que ahora deberíamos tener especialmente presente.

“Los hábitos de vida poco saludables (tabaquismo, sedentarismo, dieta poco variada…) pueden influir más de lo que creemos en la salud capilar” recuerda Alejandro Martín Gorgojo. “Si una persona percibe una pérdida de calidad o cantidad de cabello, es importante que sepa que es el médico especialista en dermatología el más indicado para evaluar el cuadro y dar una orientación terapéutica”, recomienda.

¿Cada cuánto hay que lavarse el pelo?

Cuando se trata de la higiene del cabello, la mayoría de nosotros solo tenemos una pregunta: ¿Es malo lavarse el pelo todos los días? “No hay nada establecido, absolutamente nada. Hay gente que necesita lavárselo todos los días y hay gente que puede aguantar muchos días sin lavárselo y no es malo”, puntualiza David Saceda.

“Hay que tener en cuenta las necesidades de cada cabello”, coincide Quique Sánchez, pero si tiene que apuntar una frecuencia ideal la situaría cada dos días. A aquellas personas que precisen un lavado diario les pediría tener en cuenta la cantidad de agua que consumen, en términos medioambientales, con lo que una buena idea puede ser “intercalar champú seco entre un lavado y otro. Este tipo de productos se aplican directamente sobre el cabello limpiándolo ligeramente desde la raíz y no necesitan aclarado al agua”, explica.

“La frecuencia de lavado de cabello es algo individualizable y personal”, coincide Alejandro Martín Gorgojo. “La mayor parte de personas adultas pueden efectuar el lavado del cabello como consideren oportuno (a diario si así lo precisan), siempre y cuando se haga con champús suaves de uso frecuente para adultos (sin olvidar una o dos veces a la semana utilizar algún champú de uso frecuente con mayor poder detergente, o bien el champú medicamentoso específico por recomendación médica) y con agua que tenga una temperatura templada”.

¿Qué champú utilizan los expertos?

Hay expertos que aseguran que aunque lavamos el pelo con frecuencia, el champú convencional no elimina o no equilibra alteraciones del cabello y del cuero cabelludo. “En líneas generales, esto puede considerarse cierto”, confirma Alejandro Martín Gorgojo. Eso sí, si existe una patología o alteración del cuero cabelludo, “lo más adecuado es consultar con el médico especialista en Dermatología para conocer cuál es la rutina o tratamiento que ha de seguirse”.

“No hay ningún principio activo que rechazaría siempre, ni siquiera los sultafos. A una persona que se lava el pelo todos los días, que tiene el cuero cabelludo más bien seco y el cabello rubio o fino nunca le recomendaría un sulfato, de hecho le diría que los evitase. Pero, en cambio, para una persona que tiene el cuero cabelludo más bien graso y se lava el pelo en días alternos, los sulfatos son una alternativa muy buena a pesar de su mala fama”, cuenta David Saceda. “Si tuviera que destacar un ingrediente indicativo de un buen champú, diría que la queratina, porque hace una reparación de la cutícula que se puede ver en cuestión de dos lavados”, revela.

“En Espacio Q trabajamos con Aveda; nos gusta su filosofía y que sus productos estén en estrecha relación con el cuidado y salud del cabello y con el medio ambiente”, revela Quique Sánchez. “Usar un champú libre de sulfatos y otros ingredientes químicos creemos que es muy beneficioso”, añade.

Elige un champú de cuidado diario no detergente. Sigue la receta de tu dermatólogo o farmacéutico para elegir el producto de tratamiento” explican en Bioderma. De hecho este laboratorio fue ya pionero en 1977 al lanzar su emblemático Nodé, un champú fluido no detergente. Así lo definen en la web de la marca: “El nombre de Nodé procede de «NO-DEtergente» y su fórmula que permite limpiar el cuero cabelludo sin dañarlo. Una patente que respeta la filosofía del bulbo capilar y preserva la película lipídica de la fibra y del cuero cabelludo”.

Un buen acabado, desvela Quique Sánchez, incorpora un ritual de mascarilla una vez a la semana durante 15 minutos y utilizar un protector térmico específico para el secado con secador o el uso de planchas. Para finalizar, un poco de sérum. En su salón “estamos usando con más frecuencia la línea Nutriplenish de Aveda, sobre todo por su formulación a base de aceite de granada, aceite de coco y manteca de mango. Es la mejor combinación de ingredientes para cualquier todo tipo de cabello y que además de cuidarlo, aporta luminosidad y brillo”, nos cuenta.

Nodé, un champú fluido no detergente, de Bioderma.
Nodé, un champú fluido no detergente, de Bioderma.@ Bioderma

¿Es necesario exfoliar el cuero cabelludo?

Una corriente apunta a la exfoliación periódica del cuero cabelludo para ayudar en el equilibrio necesario de la piel. Aunque no pueda ser considerado un tratamiento para patologías, sí puede aportar beneficios a la melena. “Lo primero que hay que decir sobre este tema es que si hay una descamación exagerada o hay quien tiene una tendencia a tener mucha caspa o mucha grasa, merece la pena que consulte a un dermatólogo porque muchas veces hay alteraciones de base, una secreción exagerada de grasa por causas hormonales, una descamación muy acusada por una psoriasis o una dermatitis que es mejor controlar a nivel médico, aunque después se puedan hacer tratamientos más estéticos o cosméticos”, precisa David Saceda.

“Partiendo de una piel sana, siempre se recomienda una exfoliación suave, que se pueda hacer en domicilio con productos y champús exfoliantes -que los hay muy buenos- y, si alguien necesita o quiere un tratamiento cosmético, lo ajuste un poco a sus necesidades. Pero lo que es verdad es que ninguna de estas exfoliaciones hace que un problema de base se quede dormido durante mucho tiempo, es decir, que si alguien tiene tendencia a tener mucha caspa, por hacerse una exfoliación no va a dejar de tener ese problema y quizá a los pocos días le reaparecerá. Por eso digo lo de consultar primero a un dermatólogo, no vaya a ser que exista otro problema que se pueda solventar”, añade este dermatólogo.

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