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10 usos del agua termal, el cosmético que sirve para todo

Más allá de hidratar los rostros de las tops cuando van en avión, estos pulverizadores mejoran quemaduras, cicatrices o picaduras. Hasta rejuvenecen.

agua termal

Están ahí desde el principio de los tiempos. Son aguas de lluvia que se filtran en el suelo y durante años viajan entre las rocas del subsuelo enriqueciéndose con minerales de la tierra. La temperatura a la que manan depende de lo profundo que sea ese camino (las de La Roche Posay brotan a 13ºC, a 27ºC las de Uriage…). No hay dos iguales y sus bondades dependen de los minerales que se les unan durante ese periplo: selenio (cicatrizante y antiinflamatorio), silicio y magnesio (regenerantes celulares al estimular la renovación epidérmica), hierro (oxigenante celular), manganeso (antioxidante), calcio (protector tisular)… Sin ser expertos en clase de química, los peregrinos jacobeos que pasan por la fuente de las Burgas de Caldas de Reis (Pontevedra)  no dudan en quitarse las botas y aliviar sus ampollas gracias a las propiedades curativas del agua que de ella mana. Sin pagar ni un euro. Cortesía de la naturaleza. Quienes han tenido la suerte de vivir cerca de un manantial cumplen con el ritual diario de llenar una botella para uso doméstico (al cabo de las 24-48 horas pierde sus cualidades). Al resto de la Humanidad le toca conformarse con un pulverizador (es el único formato en el que ni se contamina ni se degrada con el tiempo).

Convertido en producto de belleza, las top models y celebrities viajeras confiesan en cuanto se les pone un micrófono delante que no ponen un pie en el avión sin su agua termal. Mano de santo contra la deshidratación de su cotizada piel mientras se vuela y responsable de que su cutis no se vea apergaminado nada más tomar tierra (suelen olvidar el pequeño detalle de que cuando se vuela durmiendo como un lirón en clases preferentes y no hecha un acordeón en turista el rostro también aterriza más descansado). Así que gracias a las musas de la belleza el resto de los humanos se reencuentra con las aguas termales, ya embotelladas en manejables pulverizadores de 50 ml, aptos para introducir como equipaje de mano en cabina. Y las sitúa en una categoría similar a la de las cremas hidratantes ligeras. ¿Es una pose o tiene su base científica? Sin negar lo primero, lo cierto es que las aguas termales que habitualmente se encuentran en una farmacia alivian afecciones ligeras de la piel. Y son idóneas para pieles sensibles, atópicas o con tendencia a las reacciones alérgicas, ya que, salvo contadas excepciones, no incomodan a la dermis. “Su composición es 100 % agua termal. Se envasa directamente de la fuente en condiciones de esterilidad. Antes de salir, se protege con un recubrimiento de plástico que asegura que nadie lo va a usar hasta que el usuario llegue a su casa y desprecinte el pulverizador”, explica Cristina Castillo, jefa de producto de Avène. Desde Uriage recuerdan que “su composición isotónica respeta la integridad de las células de la piel por lo que podría compararse con un suero fisiológico”. Otra ventaja es que “no interfiere con otros medicamentos, ni tiene efectos secundarios. Además se puede utilizar a demanda, tantas veces como sea necesario para calmar y desensibilizar nuestra piel. Y son aptas para zonas tan sensibles como los párpados de los ojos, o para la piel de los bebés y niños pequeños”, recalca Castillo.

Una vez metida en el bolso o situada en lugar preferente en la repisa de los cosméticos, ¿para qué más sirve?

1. Hidratar

Hasta de las tops y las misses se puede aprender. Ellas nos han enseñado a hidratarnos con un gesto grácil y sencillo. Además de funcionar en aviones, también sirve para oficinas resecas por la calefacción o el aire acondicionado, viajes a lugares desérticos o cuando vas tan volada que no tienes tiempo ni para darte una hidratante rápida a mitad de la jornada. Un estudio de Vichy http://www.vichy.es/ revela que tras 7 días de utilización, la sequedad cutánea disminuye en un 83%.

2. Picadura de insectos o medusas

Mitiga el picor y reduce la hinchazón. Cuanto más calcio tengan, más inhibirán la liberación de histamina de los mastocitos (los responsables de las alergias y los procesos inflamatorios). En playas con bancos de medusas deberían ser equipaje casi obligatorio para los bañistas. Sin ser termales, en caso de emergencia, también se puede echar mano de otras aguas específicas como el agua de uva. “Gracias a su acción calmante, puede también paliar el escozor de las picaduras”, sentencia Claire-Alice Rozic, del departamento de marketing de Caudalie http://es.caudalie.com/agua-de-uva-bio.html.

3. Cicatrizar

Zinc, cobre y selenio activan la síntesis de colágeno y elastina y reducen el tiempo de curación de heridas superficiales. “Una compresa empapada en agua termal puesta sobre una rozadura la reduce notablemente”, explica Leonor Prieto, Directora Científica de Laboratorios La Roche Posay http://www.laroche-posay.es/. Vale también para raspones y erosiones varias.

4. Aliviar sarpullidos infantiles

Es frecuente que el sudor en verano cause sarpullidos en la piel de los bebés y los niños, sobre todo, en la espalda si han estado mucho tiempo apoyados en un respaldo (por ejemplo, durante el viaje en carretera), el cuello o en los pliegues. Ellos se quejan de que ‘pica’ y los padres se desesperan sin saber qué hacer. Lo primero, tenerlos a la sombra (el sol aumente la sensación de picor y dolor de esa piel sensibilizada) y sin camiseta lo máximo posible. Y aplicar una bruma tanto como sea necesario. En unos días, ni rastro de granitos.

5. Antienvejecimiento prematuro

El manganeso y el magnesio activan la superoxidismutasa que protege las membranas celulares de la oxidación causada por los radicales libres que se vuelven locos bajo la radiación solar. Por simplificar, en palabras de Pascale Mora, directora de Comunicación científica de Vichy: “Propiedades antioxidantes que combaten el envejecimiento prematuro”.

6. Tras la depilación, el afeitado o los peelings químicos

Son agresiones que dejan la piel enrojecida y sensibilizada. Una pulverización estabiliza el pH, ayuda a la regeneración y elimina esa incómoda sensación de quemazón.

7. Después del gimnasio

Un rostro congestionado y rojo tras hacer deporte puede resultar incómodo si a continuación hay que regresar a la oficina o dirigirse a un cóctel. Su función aquí es devolver el tono normal y, de paso, recargar los minerales perdidos por la transpiración.

8. Quemaduras solares

El proceso es igual que con las rozaduras. Además, su frescor ya de por sí alivia. “Se puede guardar en la nevera, lo que aumentará esa sensación”, aconseja Prieto.

9. Maquillar y desmaquillar

Tras el maquillaje, una bruma ayuda a fijar los productos y mantiene la piel hidratada por más tiempo. Por la noche, sus minerales ayudan a la regeneración de la piel.

10. Efecto filmógeno

O lo que es lo mismo, que forma una película semipermeable sobre la piel que mejora la retención del agua y deja un aspecto aterciopelado.

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